VICENTE PITARCH SIMÓ
San Mateu 1823 – Sagunto 1910
Músico, Director de Banda y Compositor
Perteneció a una dinastía, que
buena parte de ella tuvo un quehacer en Sagunto, que oriunda de San Mateo, jugó
un papel importante en el Murviedro musical del siglo XIX: la familia Pitarch,
el nombre de la cual disfrutó de extraordinaria resonancia en los ámbitos
musicales españoles y europeos, El tronco de esta familia, bastante numerosa,
fue Miguel Pitarch que enseñó música a todos sus hijos y formó, a sus expensas,
una orquesta en su villa natal.
Vicente Pitarch, con dieciséis
años, era organista en San Mateu (Castellón) hasta que su hermano Antonio le
llamó a Francia, donde estaba establecido desde hacía tiempo. Dos años
permaneció en Le Puy bajo la tutela de su hermano. Es nombrado organista de
Lyon. En Paris recibió lecciones de harmonía y composición, así como piano con
el pianista y compositor austriaco Henri Herz, profesor del Conservatorio
parisino, y de violín con Mr. Tengri, primer violín del Teatro italiano.
Recorre Francia ofreciendo conciertos de piano. En Le Puy, en 1880, se cantó su
“Gran Misa” durante la inauguración de la imagen de Nötre Dame, acto al que
acudieron Napoleón III y la emperatriz Eugenia.
Regresa después de un largo
periplo por tierras galas en 1848 a Valencia, donde pronto destacará por ser un
virtuoso del arte musical y excelente compositor, Entre sus obras destaca una
“Gran Misa,” basada en un tema del Rosario de la Aurora, que se cantaba en el
Maestrazgo, una ”Ouberture a grande Orcherstre” y un “Te Deum”. En 1850 era
organista de la Iglesia de San Juan del Mercado y profesor del colegio de Ntra,
Sra. de Loreto.
Se retiró con su familia en
Sagunto donde fallecería en 1910. La estancia de Vicente Pitarch fue altamente
beneficiosa, y supuso un autentico aliciente para la formación de músicos,
propiciando los primeros intentos para la formación de las primeras bandas de
música de la ciudad. Asimismo supuso, su larga estancia entre nosotros, una
gran influencia por lo que respecta a los dos teatros, el primero inaugurado en
1831y el segundo en 1861. Lugares de encuentros que contribuyeron al fomento de
la música y al nacimiento de compañías de aficionados a la lírica y al arte
dramático.
A todo esto hay que añadirle
las audiciones dadas en la Glorieta de San Francisco (hoy dedicada a Antonio
Chabret y que durante unos años del siglo XIX, tuvo el nombre de Glorieta y
Plaza de Cristina)
Bibliografía:
“Diccionario Biográfico
del Camp de Morvedre”, de Emilio Llueca.
“Assaig Preliminar per
a un estudi del fet musical saguntí,” de Santiago Brú y Vidal
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